Thursday, September 14, 2006

¡Exijo Ser un Héroe!_texto de Mónica Salinero*


El mito ha llegado a nuestros días. El mito, fuente de explicación fantástica e imaginaria de nuestras relaciones, de nuestros modos, nuestras jerarquías y dominaciones, ha llegado a consolidar o a derribar. Y dos espacios/tiempos se confabulan para ello, el orden antiguo y el orden actual expresados en una sola imagen, no sabemos aun para tomar cual de los dos caminos.La imagen original plantea la posición. La treinta, de treinta y dos metopas intercaladas por triglifos en el ala sur del Partenón, es el residuo elegido para ser actualizado. Se ha respetado la posición y relación de los objetos en la estructura y con ello se ha actualizado el mito también. Omitiendo el contenido, el desciframiento de las relaciones y posiciones de los objetos plantea ya el problema de la dominación, de la relación entre lo mismo y lo otro, de las experiencias que el mito hace consciente y sobre las que trabaja.Lo mismo, la civilización avanzada y ordenada, en el sentido ilustrado, al borde de sucumbir a lo otro, los antojos de la naturaleza desordenada, nos recuerda el momento fundacional que implica cada movimiento por mantener la balanza inclinada hacia la razón, nos recuerda que el orden puede ser de otra forma, está siempre presente su superación. Y es que no es casualidad que el episodio de la fantástica victoria de los hombres sobre los centauros sea narrado, principalmente, a través de las imágenes del instante de tensión, de la inminente derrota para los hombres.Los juguetes disponen el puente para traernos el mito civilizador al presente, con especial interés a la generación de niños y niñas de los ochentas, ya adultos en los albores de los dos mil años cristianos contados. En un lenguaje estático, petrificado y permanente la obra nos exige ser héroes hoy – y no heroínas-. Héroes masculinos, fuertes, racionales, valerosos, que llevan consigo el mandato de crear civilización, someter a los seres naturalizados, bárbaros, instintivos, mitad humano y mitad animal, habitantes periféricos que son los centauros y con ello todo lo que amenace el orden: lo desconocido (lo otro), lo prohibido (lo otro), lo tentador (lo otro). La imagen remite a dos procesos paralelos y complementarios en el ejercicio del poder, que en el ámbito de lo simbólico se igualan en sus significados asociados.El primer proceso que implica el acto mismo representado que es el sometimiento de lo foráneo y periférico, persiste en la idea de la superioridad cultural occidental. Tomar de los griegos no sólo su mito sino que también la excusa delata cierta falta de ingenio -para nuestro pesar-: se transforma en acción el mito del héroe civilizador en la actual guerra en Irak y la democracia heredada de Grecia es la que hace a esta parte del mundo superior. Se debe recordar que el G.I.JOE A Real American Hero!, va a defender la democracia, refuerza el discurso civilizar, lo actualiza e impone el dominio de lo racional, de nuestra cultura como un mandato divino. El atractivo del ideal guerrero se enraíza precisamente en su aspecto sometedor y dominador.[Antes de explicitar el segundo proceso de ejercicio del poder, se pondrá atención a que la obra tiene un doble paralelismo, o más bien juega a dos bandos en dos niveles. Exijo ser un héroe, da cuenta de una trama permanente y continua de nuestra historia. Tanto en la materialidad como en el contenido se juega con las sobras de lo clásico griego, lo que queda de los orígenes tanto materiales como simbólicos, y deja expuesto con ello el problema de la distorsión como ilusión. Utiliza el reconstituido de mármol: técnica moderna para dar cuenta del material más clásico en escultura. Así se mezclan las sobras de antaño con las actuales. A través de la distorsión/ilusión la obra juega con la tensión entre pasado y presente; materialidad y contenido se originan en los residuos clásicos: mito y mármol.La imagen de arranque es un recorte que adolece de bordes verticales, aquí el juego de la distorsión/ilusión proyecta límites y supone una continuidad puramente especulativa respecto del borde superior e inferior, pero es un ejercicio deliberado, así puede ser traída al presente entregándole visión facilitada y significaciones entendibles en esta época.]La metopa XXX, Exijo Ser Un Héroe, es la exigencia de nuestras vivencias que se asienta y acomoda en el mito antiguo; habla de valores y experiencias. El segunda lectura de la imagen aparentemente es tan antigua, que no ha cambiado el lugar que ocupan en la relación dominación/ sumisión, los involucrados son hombres y mujeres, la distinción primaria que articula las formas en que se ejerce y se somete al poder y la distinción de género como categoría discursiva, en función de objeto significativo.Así, la lucha civilizadora contenida en la obra plástica tiene su correlato en las relaciones sexuadas y es encarnada por la tensión de la dominación de lo masculino sobre lo femenino. Y es que lo otro es asociado a lo femenino, en efecto y ponemos a disposición la idea de la división cultura/naturaleza; lo mismo/lo otro; hombre/mujer; sujeto/objeto.El Centauro enfrenta al guerrero con el deseo de la posesión erótica, es un ser impulsivo e irracional, es mitad animal, es decir sólo mitad persona. El centauro es el Play Mobil, y éste permite la construcción y reconstrucción de escenarios y la multiplicidad de roles en el juego del reemplazo de sus accesorios libremente y puede hacer de ser mitológico, mitad naturaleza, mitad humano y femenino por un acto de sustitución. Play Mobil, tiene plasticidad, cumple todas las funciones a través de estereotipos -es doctor, constructor, profesora, la simplicidad de la formas-. Y reafirma los contrastes entre mujeres y hombres a través de pequeñas diferencias de indumentaria. Pelo y vestido, que marcan los roles conservadores a representar, son las diferencias más artificiosas.Lo femenino ocupa desde la evocación el espacio de la naturaleza y lo que debe ser sometido. Sin embargo, es el centauro el que en esa imagen domina al guerrero, ¿momento de crisis? ¿recordatorio, alerta? Es tiempo de reflexionar sobre lo real, sobre el ilusionismo, sobre los juegos del disimulo, el artificio y su influjo. Explicitar, en tiempos de ajustes, la exigencia indica cuan frágil es el orden y el poder, cuan duro y tenebroso a la vez sentir que se está cerca de tomar una de las bifurcaciones.

Mónica Salinero R.


1.Serie del Partenón Lucha de Centauros y Lapitas atribuida a Fidias, escultor griego del periodo clásico. La lucha se desencadena durante el banquete de bodas del rey de los Lapitas cuando un centauro intenta raptar y violar a Deidamia, la novia, y los otros centauros lo imitan intentando raptar a las jóvenes lapitas. Los lapitas consiguieron vencer tras una larga y sangrienta batalla.2.Duby, Goerges y Perrot. Historia de las Mujeres. 1. La Antigüedad. España. 2001. Págs. 589-601.3.Cf. Amorós, Celia. Por una Ilustración Multicultural. Quaderns de filosofia i ciència, 34, 2004, pp. 67-79.y pág 684.Existen algunas excepciones en la mitología griega de centauros racionales, igual como algunas mujeres han sido excepciones para la historia

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